domingo, 20 de diciembre de 2009

La inseguridad va de la mano de la desigualdad social y económica

Se acerca fin de año, y por tradición nos deseamos la paz.


Vivimos una realidad preocupante: por un lado, muchos habitantes sufren la exclusión en una Argentina en la que todo está por hacerse, con riquezas suficientes para generar los proceso de inclusión; y por el otro, vemos a diario manifestaciones de ciudadanos reclamando justicia ante hechos violentos que les provocan inseguridad.

Y sumando a esto: el gobierno se maneja con un doble discurso, generando mayor resentimiento y fragmentación; y los medios de información generalmente parcializan la realidad.

Por lo que creemos que, mejor que desearnos la paz, sería ponernos a trabajar juntos en crear políticas facilitadoras, que generen la inclusión social.

Es por esto que queremos mostrar datos sobre desigualdad económico-social, e invitar a pensar en los excluidos que no pueden salir de su situación, viviendo en un contexto en el que los medios les muestran, casi diríamos les refriegan en la cara, lo que no pueden poseer.

Creemos que la clave para lograr la justicia social, es la participación de todos y cada uno de los habitantes, en encontrar las formas para lograr la PAZ.

Se agrandó más la brecha entre ricos y pobres.

Según datos del INDEC del segundo trimestre del año, el ingreso del 10 % de los argentinos que más tienen es 26,2 veces superior al 10% de los argentinos que menos ganan. Un año atrás, esa diferencia era de 23,4 veces. Esto significa que hay una mayor concentración de la riqueza, manifestando una regresión en las políticas de redistribución del ingreso.

Las mediciones del INDEC dan como resultado que el 10% más rico se reparte entre sí cerca de 7.783 millones de pesos al mes que representan el 32,9% de los ingresos (quienes están dentro de este grupo tienen ingresos promedio por $ 5.669 mensuales).mientras que, quienes están en la otra punta de la pirámide, se reparten entre sí casi 298 millones de pesos y tienen una media de 216 pesos.

Los datos surgen de la Encuesta Permanentes de Hogares del INDEC (datos oficiales, de reciente publicación). El INDEC está cuestionado por sus mediciones desde febrero de 2007 cuando pasó a depender del secretario de comercio interior, Don Guillermo Moreno, el mismo costo de vida distante de la realidad a los índices oficiales, por lo cual podríamos sospechar que sería mayor la regresión en la redistribución del ingreso.


Cómo influyen los medios de comunicación.

La publicidad influye… manda consumir… y la realidad económica lo prohíbe. Las órdenes de consumo, obligatorias para todos pero imposible para la mayoría, se traducen en invitaciones al delito.

La igualación, que nos uniformiza y nos emboba, no se puede medir. A través de los medios masivos de comunicación nos da un mensaje claro y único, incentivando la cultura de consumo. “Quien no tiene no es”. Confundiendo la calidad de vida con la cantidad de cosas.

¿Qué pasa con los millones de niños y jóvenes, condenados a la desocupación o a salarios de hambre?

La publicidad ¿estimula la demanda o más bien promueve la violencia?.

Crean miedos focalizando sobre una realidad parcial desviando la mirada de temas con peores consecuencias. Recordemos la Gripe Aviar, la Vaca Loca, y la Gripe Porcina. Con la gripe aviar preveían millones de muertes, en realidad desde 2003 al 2008, se registraron 73 decesos. Por la vaca loca, han muerto cerca de 100 personas y no es claro aun que haya sido por esta causa. Y con la gripe porcina la cantidad fue insignificante si la comparamos estadísticamente con la gripe común que anualmente provocan la muerte de 36.000 personas solo en EEUU y cerca de medio millón en todo el mundo.

Y esto mientras en nuestro país las terroríficas estadísticas nos muestran que por año se mueren aproximadamente 8000 personas en accidentes de tránsito, cerca de 4000 niños por desnutrición infantil y ante hechos delictivos un total de aproximadamente 2000 personas.

Los noticieros muestran y repiten, el lógico dolor por los hechos violentos, destacando los realizados por menores de edad, como si fueran los únicos responsables (demonizando a los menores) Ante robos de vehículos, estos menores se los quedan?, ellos mismos los cortan y comercializan?, quienes les facilitan las armas?. También roban millones de celulares, que después se comercializan, ( o sea siguen consumiendo y generalmente a mayor costo por minuto), las empresas de telefonía celular no podría ubicarlos?

Cómo nos comportamos los argentinos ante los atropellos, mentiras políticas y hechos de corrupción.

En los 90 “nos convencieron de qué el estado de por sí no es capaz de administrar los servicios públicos”. Nos vendieron el discurso de que la privatización de por sí es preferible a la gestión gubernamental, como sí este fuera el único sector corrompible de la sociedad, la política se ligó a la ineficiencia.

Indiferentes ante hechos de traición a la patria, los ocurridos como la destrucción del sistema ferroviario, o la venta como chatarra del equipamiento de los laboratorios de YPF (¿quedaron en el olvido o impunes?).

Qué futuro tiene el país ante hechos como las candidaturas “truchas” o testimoniales, o el adelantamiento de las elecciones? donde la cuestión básica es ganar las elecciones para mantener el poder, y no lo es pugna de proyectos, ideas o propuestas, para una Argentina grande, que se desarrolle en plenitud, integrada, y con paz social, para incorporar en la misma a todos los que habitamos este suelo. También debemos señalar que en casi toda la oposición, faltan personas con ideas y propuestas? (debemos decir que gozan de menor espacio público y de medios).

Las elecciones legislativas del 28 de junio pasado fueron un claro retroceso en el debate político argentino debido a una de las campañas más pobres desde el retorno de la democracia. Candidaturas testimoniales y “truchas”, clientelismo político, proliferación de candidatos sin partido, partidos sin internas, denuncias judiciales, mensajes vacíos, desconocimiento de la función pública.

Miramos asombrados cómo este gobierno sigue tensando el estado de derecho, con 168.000 juicios que esperan sentencia en diez juzgados de la Seguridad Social de la Capital y decenas de miles en Juzgados Federales del interior del país. Cientos de miles de juicios en trámite por incumplimiento por parte del ANSES de sus obligaciones legales para con los jubilados.

Siendo el Estado que contrajo deudas con el ANSES, decide no devolver sino renovar con nuevos títulos de deuda con vencimiento 2016. EL mismo ANSES condenado por sentencias firmes, no paga lo que le debe a los jubilados, que son obligados a años de trámites judiciales, sino que le presta más dinero a la caja negra de la discrecionalidad oficial. Y el gobierno, en lugar de atender sus obligaciones con los pasivos, a quienes declama estar defendiendo, analiza crear 5 juzgados nuevos para atender la saturación.

Entendamos, no son juicios originales. Son todos casi idénticos, porque las leyes violadas son las mismas.

Lo que ocurre con la seguridad social es una expresión más de la tensión a la que la actual gestión somete al estado de derecho.

Desinterés social por la política.

La forma mendaz que tiene el gobierno de vivir del pueblo, de sus ganancias o de su encierro promociona que la clase media este preocupada por la cuota de los colegios o por las necesidades del día a día, hijos, médicos, abrigo, salidas y los peligros que estas entrañan, como ser el alcohol, las drogas o la violencia.

Y las clases marginadas quedan sumidas en la ignorancia que da la de ser esclavos de la dádiva, para hacer frente a las necesidades básicas. En este contexto recibir $100, para asistir a una marcha es visto como un regalo del cielo.

Las medidas declamadas como Ingreso Universal a la Niñez, no son inclusivas sino marginales ya que etiquetan de pobres, y son entregadas a un sector de la sociedad por lo cual no son universales.

Sería injusto señalarlos, cuando tenemos otra realidad (heladera llena). Lo cierto es que, los sectores marginados no están abocados a salir de la pobreza, sino a zafar. Por lo que tampoco se adentran en la cosa política para modificar el escenario. No pueden hacerlo.

Así es como la política sigue nutriéndose de caras repetidas, de males conocidos, de reiteradas metodologías, cayendo siempre en la misma disyuntiva: votar al menos malo. Y la oposición no termina de ser alternativa, “rosquean”, se pelean por los lugares de las listas,….

De esta forma no hay ganadores, hay perdedores. Lo dramático que en la argentina no hay alternativas fuertes y transformadoras.

La injusticia social, como la causa del hambre no son la escasez de alimentos, es la escasez de democracia


Y Vicente López no escapa de esta realidad, basta el análisis del presupuesto 2010 y para corroborar, los dichos del presidente de la bancada oficialista, cuando dice que la política de Vicente López es mirando al río. Ya que gasta los dineros de todos los habitantes en infraestructura para los cuestionados mega emprendimientos, cuyo costo supera, el ingreso que se recibirá por más de una década del canon estimado en $ 6.000.000 anuales, descuidando la infraestructura del resto del municipio, así como las viviendas para las clases medias y pobre.

Por otra parte el sistema de salud pública, no responde a las necesidades de quienes lo requieran, con casi la misma cantidad de personal profesional desde hace 10 años, actualmente se producen dilaciones en la entrega de turnos y se reasignan los ya obtenidos, afectando de esta manera la calidad del servicio de salud.

Además de nuevas modificaciones del COU (Código de Ordenamiento Urbano), permitiendo realizar mega emprendimientos en: Club Banco Nación, Ybarra, Batallón 601,…

Por lo cual:

Los integrantes de Iniciativa Vicente López, estamos convencidos de que hay que pensar en nuevos futuros a la medida de nuestras necesidades y al alcance de nuestras fuerzas. Tenemos claro que buscar soluciones a los problemas de la sociedad, significa actuar bajo el principio de que el estatus de ciudadano supera al de mero consumidor.

Tenemos en el distrito habitantes pobres, que viven en regiones pobres, la solución no saldría de la teoría del derrame, poniendo dinero en esas zonas o personas. Creemos que la solución es pensar en el trabajo de los pobres, con los pobres y para los pobres, como paso elemental para la integración (no se trata de ninguna manera de crear ghettos).

Sabemos que el trabajo como condición de vida digna, es central.

Debemos preguntarnos con sinceridad:

- Si nuestra sociedad da trabajo a jóvenes que provienen de zonas carenciadas.
- Si estamos dispuestos a liberarnos de marcos limitantes, porque confiamos en sentimientos solidarios, no actuando como meros votantes que se manifiestan a favor o en contra de un gobierno, sino como socios que resuelven problemas junto a un gobierno para que responda a la sociedad.
- Si queremos una democracia que permita a los ciudadanos tener una voz real en la obtención de elementos esenciales para la vida.

Por lo que convocamos a trabajar para transformar la democracia en una que permita a los ciudadanos tener voz real, más allá de los prejuicios de quienes piensan que un gobierno honesto no puede gestionar.

Llega el 2010, el país cumple 200 años…

Es hora de salir de la anomia (1) es el momento de la eunomía (2)